El mallorquín Antoni Vadell, obispo auxiliar de Barcelona, abandona el hospital
Tras la mejora de su estado de salud a partir de ahora recibirá asistencia médica en su domicilio
Empeora el estado de salud del obispo auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell
El obispo auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell, recibe desde este lunes asistencia médica domiciliaria ante la mejora clínica experimentada. Según ha informado en un comunicado el Obispado de Barcelona, Vadell recibirá, acompañado de su familia, la ayuda asistencial para seguir su tratamiento médico y su evolución médica.
En todo caso, han añadido, por prescripción médica y para evitar riesgos de contagio por coronavirus, no están permitidas las visitas.
El Obispado catalán ha trasladado el agradecimiento del propio Vadell así como del cardenal Omella y los obispos auxiliares de Barcelona Sergi Gordo y Javier Vilanova por las oraciones por la recuperación del prelado y las muestras de afecto recibidas en las últimas semanas.
También han agradecido el trato dispensando por el equipo de médicos y de enfermería que han atendido a Vadell.
El pasado mes de julio el cardenal Omella informó que Antoni Vadell debía someterse a un tratamiento de quimioterapia tras habérsele detectado un tumor localizado en el páncreas. Lo hacía a través de una carta firmada por el propio auxiliar. Vadell recibió la noticia mientras se le realizaban unas pruebas médicas rutinarias.
“Le pido al Señor poder afrontar este momento de enfermedad sintiendo su compañía, intuyendo que esta situación es una llamada amorosa de Él para amarlo más y seguirlo”, escribía entonces. El obispo, según sus propias palabras, afrontaba la situación “como una nueva misión, la de estar más cerca de Su Cruz, bajo la protección de la Virgen María, pidiendo la intercesión del Beato Joan Roig Diggle”.